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Agradecemos su existencia

¿Con qué he de irme?
¿Nada dejaré en pos de mí sobre la tierra?
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores
Dejemos al menos cantos
Netzahualcoyotl

En estos meses despedimos a tres compañerxs con los que compartimos andanzas, luchas y sueños por construir un mundo diferente en nuestra Cuenca, les dimos un hasta luego, por que como dicen nuestras abuelas, es camino que todos vamos a andar. En esta edición queremos agradecer su existencia, reconocer las flores y los cantos que nos dejaron.


Josefa Velázquez Vargas de la comunidad de San Antonio del municipio de San Diego de la Unión mujer campesina dedicada al hogar, preocupada por el cuidado de su familia y las necesidades en su comunidad. Con la invitación de otras mujeres de las comunidades cercanas, ella junto a otras mujeres de su comunidad empezaron a participar en el trabajo de la apicultora, fue muy comprometida, y esto la llevo a ser una de las iniciadoras en la lucha por el sistema de agua para su comunidad, se integraron a este movimiento en 1987, esta lucha fue muy dura, por todas las acciones ante las instancias de gobierno, pero sobre todo por los duros señalamientos que venían de la propia comunidad. doña Josefa y sus compañeras muchas veces fueron discriminadas por la comunidad, al final lograron tener agua. En el año 2000 entro en la lucha de los braceros para recuperar algo de lo que les quitaron, sien embargo no pudo avanzar más en esta lucha por falta de documentos.

Doña Josefa, como siempre la conocimos era muy compañera, sobre todo con los apicultores, cuando el grupo de la Viznaga inicio con la apicultura, su grupo les donó los primeros núcleos, ese era un compromiso de los apicultores organizados. Estaba muy al pendiente de la apicultura. Se veía siempre como una persona sana, luchadora hasta el cansancio, era muy animosa, más que algunos jóvenes, días antes de partir fue a revisar sus abejas. Con esta breve semblanza queremos agradecer por sus 93 años de existencia y por todos los años que dedico a la lucha por la vida campesina y su compromiso con la Asociación de Apicultores del Norte de Guanajuato ASANG.


Arturo Rodríguez Jiménez de la comunidad de Santa Clara en el municipio de Dolores Hidalgo, carpintero de profesión fue un hombre muy comprometido con su familia y comunidad, su origen se encuentra entre los límites de las comunidades de Santa Clara y Adjuntas del Río, después se integró a la comunidad de Santa Clara. Fue uno de los iniciadores y animadores de la organización en la comunidad para luchar por su sistema de agua, iniciando este trabajo en los años 80´s, cuando lograron conseguir su sistema de agua formo parte del comité del agua.

Interesado siempre por las necesidades de su comunidad, participo en la construcción de la escuela, en la ampliación de la línea eléctrica, en las gestiones y trabajos para la ampliación de la iglesia, colaboró siempre en la restauración de los caminos, en trabajo comunitario para la fiesta patronal. Se comprometió durante más de 10 años como ministro en la iglesia, salía a dar temas en las comunidades más alejadas, como San José de la Caja y Ojo Zarco, donde no había misas, siempre apoyado por sus hijos y esposa. El gran compromiso que tuvo con su comunidad, lo llevó a ser tomado en cuanta en la orientación para las decisiones comunitarias. Se distinguió por ser una persona sería, amable, sencilla, comprometida, que trabajo mucho para mantener la unidad en su familia, compartió sus conocimientos de carpintería, logrando que toda su familia se dedique al oficio de la carpintería. Gracias Don Arturo por el legado que deja, no solo para su familia y comunidad, también para las nuevas generaciones que nos vamos integrando a la organización y las comunidades que siguen luchando desde la Unión de Comunidades Campesinas del Norte de Guanajuato UCCANG.


Armando Silerio originario del norte del país, era Ingeniero Agrónomo, aunque no estaba involucrado directamente en el proceso organizativo de las comunidades, convivió por varios años con algunas compañeras de CEDESA, con quienes llegó a crear una relación de amistad, trabajó en la supervisión escolar de Dolores Hidalgo, donde se impulsó mucho el trabajo de huertos escolares. Era algo reservado y en algunas ocasiones solitario, le gustaba compartir sus conocimientos, en CEDESA dio talleres de camas de hortaliza, composta y poda de árboles, participó en la Feria Nacional de Productores vendiendo libros.

Compartió también en el tema de salud la curación con barro y agua, sus apuntes sobre medicina y herbolaria, así como de la alimentación vegana, la manera de alimentarse, ya que era vegetariano, se le recuerda por la paciencia con que preparaba sus alimentos. Siempre estuvo pendiente de las personas con quien convivió incluso cuando se fue a radicar a Puebla, siguió en contacto a distancia. Hoy lo recordamos con cariño, agradecemos por todo lo compartido en CEDESA, que la luz brille para él en su camino fuera de este plano terrenal.

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